26 oct 2011

GALLINA MASÍA MÉDICO RAS


 

-->
Cuando te sueltan un: “oye, mañana tengo una cosa para ti pero no es en Barcelona…” debes entender: “tienes que hacer unas fotos pero a tomar por…” porque si no, te especificarían de buenas a primeras la población. Así que en medio segundo se te pasa por la cabeza un: “a ver qué marrón me ha tocado”. Por suerte, este no fue ninguno de ellos. Todo se iba dulcificando a medida que oía: “irás con la periodista” y pensaba: “eso está mucho mejor” y continuaban con: “es un reportaje sobre…” ¡Uf! ¡Pero haber empezado por ahí! ¡Un reportajillo! ¡Cómo se agradece!
Así que junto con una fantástica compañera y periodista nos fuimos a Santa Eulalia de Riuprimer (Osona) a seguir una jornada de un médico rural. La mañana pasó volando y cuanto más rápido pasaba más pena daba pensar que en algún momento tendríamos que marchar. El doctor Casanovas, era un médico incapaz de estarse quieto. Tenía la consulta en una casa que podría parecer la de un particular, con jardín, árboles, un gato amenazante sobre una terraza… Estábamos en un pueblo de mil habitantes y los vecinos le paraban una y otra vez por la calle, que si “¿qué tal…?”, que si “mi madre está igual de mal”, que si “mira qué rovellons acabo de coger…”. Encima el tipo era majo, así que tenía a todos sus pacientes prácticamente en el bolsillo, ¡vamos como cuando yo voy al CAP en la city…!

Tras  pasar unas cuantas visitas en la consulta, nos dirigimos a visitar algunos pacientes a sus casas. Lo curioso de todo es que en ningún momento entramos en la habitación de ninguno de ellos. La primera visita, después de adentrarnos en un denso bosque y sortear unas cuantas gallinas y patos, fue en una gran masía, un hogar un tanto abandonado pero con amable gente. El lugar de la consulta: el comedor. Llegamos a otra masía en la siguiente visita después de diversos baches, derechas ras, horquilla cerrada, fondo 4ª, ojo nieve. Esta vez la bienvenida de las gallinas fue substituida por un juguetón Golden Retriever y el comedor por ¡la cocina! Entre ollas, tenedores y manteles la vecina de 88 años fue auscultada mientras su nuera a medio metro preparaba la comida y el sonido de los latidos de la señora María se confundían con ”els matins” que sonaba de fondo en la pantalla.







4 comentarios:

  1. Felicidades por tu relato ilustrado, me ha gustado mucho y he disfrutado con él leyendo tus aventuras y desventuras. :-)

    "Diario de una fotógrafa freelance" podría ser un buen título para tu interesante blog, jajaja...

    Petons i ens veiem. ;-)

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Minimal, me alegra mucho verte por aquí!:) El título es bueno pero creo que ya está pillado! jejeje

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Hola Marta!
    que tal? ya ves que me he pasado y parado a ver tu blog. felicidades por las fotos! me hace gracia como podemos tener estilos tan distintos dentro de un mismo mundo como es la fotografia.
    gracias por compartir tus fotos de prensa!

    ResponderEliminar
  4. Gracias Bito por pasarte! sí, la verdad es que es impresionante la gran gama y variedad de esta profesión! y mira que se agradece, si no imagínate qué aburrido sería!

    Bueno, nos vemos entonces por aquí o por allí :)

    ResponderEliminar