2 abr 2012

YONKIS DE LA TECNOLOGÍA

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Hace unos días leía una entrevista a una mujer gurú en esto de Internet… hace más de diez años ya vaticinó que las repercusiones positivas de estar hiperconectados iban a ser enormes para la comunicación entre las personas. Más de una década después la experta discrepa un poco de aquello que pensó, ya que los niveles de “enganche” a los que estamos sometidos muchos de los que vivimos en el (clasista término) “primer mundo” son muy elevados. Solo es necesario mirar un poquito alrededor… Ayer mismo en el metro dos chicas (a las que no pude hacerles una foto -grrr qué rabia-) volvían juntas de compras, eran adolescentes, iban monísimas y se les notaba mucha complicidad. Pero durante las tres paradas que coincidimos no se dirigieron la palabra. No es que estuviesen enfadadas, ni cansadas, simplemente cada una agarraba su smartphone (con su correspondiente carcasa de color chillón) y revisaba compulsivamente si tenía ya la respuesta en el “whats app”. A mí me dio pena.
Aunque esa pena me ha dado siempre. No por tener smartphones ahora la historia es nueva. Recuerdo que cuando empezamos a tener teléfonos móviles (los que ahora llamamos troncomóviles), muchos amigos los dejaban sobre la mesa por si alguien le enviaba un mensajito… Es una manía mía tal vez, pero nunca me ha gustado ese comportamiento. Yo siempre he llevado el móvil en el bolso y he escuchado perfectamente el sonido cuando alguien se ha querido comunicar conmigo y he contestado si era importante por respeto al que he tenido enfrente. En realidad tener un aparatito en sí sobre la mesa da igual, pero es lo que te transmite del otro: “Eh, estoy hablando contigo pero si me escriben o me envían algún “whats”/mensaje/mail/twitter yo contestaré, cortaré por momentos nuestra conversación y así sucesivamente”.
La experta de la entrevista, cuyo nombre no he podido encontrar por ningún lado pero que en cuanto lo encuentre prometo ponerlo aquí, explicaba que en una de sus conferencias al ver que todos estaban pendientes de sus dispositivos móviles les dijo que mal empezaban si desde un principio no escuchaban y les obligó a apagar los aparatitos. ¡Me recordó tanto a esta foto! Es el “front row” (llamada así a la primera línea de invitados en un evento) de una conferencia política. No se trataba ni de un tema tecnológico, ni de ejecutivos de empresas tecnológicas, ni magnates de telefonía… Era gente que asistía voluntariamente, una primera fila que marcaba el patrón de toda una sala… cinco personas con cinco teléfonos de última generación mirando sus cinco pantallas y desconectando del acto a los cinco segundos.

3 comentarios:

  1. Jo de la tecnologia no ho soc pas, però de les fotos..., ai les fotos, no sé si tinc remei...

    La imatge es molt xula i descriptiva, enhorabona.

    Petons Marta.

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    1. Gracias Minimal. Piensa que lo bueno es eso:) Mejor que no tengas remedio! así nos deleitas con las tuyas! zapatero a sus zapatos y tan contentos!

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  2. Gracias por pasarte por mi blog.

    Me gustan tus fotos. Con tu permiso, me quedo por aquí.

    Saludos.

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